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9 (y IV) Paradoja del Siglo XXI

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      IV. Pero mañana es otra cosa; será lunes y habrás de enfrentar esas “terribles” treinta y seis horas de trabajo semanal en la oficina, teniendo que lidiar con los “insufribles” problemas laborales, reivindicar tus derechos frente a un jefe que ahora te parece tan opresor y cruel como el capataz de la cantera. Ahora sólo te pre-ocupa el pago de la hipoteca, de la tarjeta de crédito, de las miles de facturas que has ido acumulando innecesariamente y lo único que ves es a un jefe que tiene más recursos financieros que tú y que te explota, que vive en un chalet en la mejor zona de la ciudad, que tiene un barco y una casa de vacaciones en la zona más selecta de la playa, que se hospeda en hoteles de cinco estrellas cuando sale de viaje con su familia, sus hijos en los mejores colegios y universidades, coche de lujo a lo “Rockefeller”, esposa vestida en las mejores boutiques, club de golf, … y la vida te parece injusta.    Ya no te saben las copiosas comidas ...

9 (III) Paradoja del Siglo XXI

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      III. Apiadado de ti, y en la esperanza de que hayas aprendido esta corta y dolorosa experiencia vital, tu genio de la lámpara te lleva a un nuevo y maravilloso destino. Despiertas en un lugar en el que las estancias de tu casa se iluminan con sólo pulsar un interruptor sin necesidad de siervos que enciendan las velas, tus armarios están repletos de ropas variadas y zapatos para cada ocasión, el baño se encuentra dentro de la casa y ya no tienes que salir soportando las inclemencias del tiempo para ir a la hedionda y fétida letrina, sino que dispones de inodoro, lavabo, ducha, agua caliente, … todo ello con sólo girar una pequeña llave con un ligero movimiento de muñeca y sin tener que ir a buscar el agua al pozo. Tu despensa está repleta de manjares de la más variada procedencia -japonesa, italiana, china, española, …-, en la nevera los alimentos se conservan frescos y en buen estado y las bebidas están deliciosamente frías. Cada semana te surtes bien de todo lo qu...

9 (II) Paradoja del Siglo XXI

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      II. Imagina por un momento que eres un esclavo en una cantera de extracción de piedra para la construcción de la pirámide del faraón. Trabajas sin descanso desde el amanecer hasta el ocaso bajo el sol abrasador y bajo el látigo del capataz, que no te deja respiro, hasta que tus huesos no pueden siquiera soportar el peso de tu cuerpo. Durante tus interminables días de fatigoso trabajo ves cómo el faraón se pasea inspeccionando sus propiedades, transportado a hombros por los esclavos de la corte; y tú sueñas “¡oh; si tan sólo pudiera ser como uno de esos esclavos que trabajan en la corte del faraón; qué feliz sería dejando atrás la cantera para servirle viviendo en las comodidades de palacio!” .    Sin darte cuenta, sucede el “milagro” y te ves transportado de época, país, …  Ahora eres siervo del rey Enrique VIII y vives en su palacio. Atiendes al rey, a su esposa y a los príncipes. Duermes y vives protegido de las inclemencias del tiempo en un magníf...

9 (I) Paradoja del Siglo XXI

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      I. El hombre del siglo XXI va perdiendo a pasos agigantados su imparable y extenuante carrera en busca de la felicidad sin ser capaz de percibir cómo ésta, con la excepción de algunos efímeros momentos puntuales que permiten mantener viva esa falsa ilusión, se aleja cada vez más de su vida mientras sigue y sigue corriendo, como en la paradoja de la tortuga de Zenón, en pos de un vano intento de acomodarse a los parámetros de esa ficción llamada “sociedad del bienestar”, creada ad hoc como sistema imperceptible de control del hombre esclavo, que es promovida tanto desde los propios gobiernos a través de incesantes medidas dirigidas a incentivar el consumo desenfrenado -¿no era el ahorro lo que antes se incentivaba?- como de la invasión publicitaria y pornográfica diaria (pornografía en todos sus sentidos: sexo, opulencia, riqueza obscena, celebración de la ordinariez y bajeza televisiva, creación elaborada de ídolos/tótems a los que adorar, …). Y lo hace abriéndose...