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Las Regiones del llanto y el crujir de dientes por cualquier cosa

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  En los mundos sin Dios todo es efímero: el sufrimiento es efímero, la felicidad es efímera y la vida, que es el tiempo dado para alcanzar la dignidad de lo Eterno, es quitada y se acaba (Mt 13:12). En ellos, la ilusoria "sociedad del bienestar" no tarda en convertirse en "sociedad del malestar": lo que hoy reporta felicidad, no tarda en convertirse en hastío y en una carga que lleva a la quejumbre en las regiones de “el llanto y el crujir de dientes” (Mt 8:12) por cualquier cosa [1] . Desde el cónyuge con quien "vivimos" o el pago de la hipoteca de la casa en que "vivimos", hasta las condiciones del trabajo del que "vivimos" o los gobernantes del país en el que "vivimos", todo se hace motivo de queja, que es el estado natural de los mundos sin Dios. Porque en los mundos sin Dios no vivimos, sino que morimos lentamente y si tan siquiera tener consciencia de ese proceso de paulatina descomposición y privación del único bien de...

9 (y IV) Paradoja del Siglo XXI

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      IV. Pero mañana es otra cosa; será lunes y habrás de enfrentar esas “terribles” treinta y seis horas de trabajo semanal en la oficina, teniendo que lidiar con los “insufribles” problemas laborales, reivindicar tus derechos frente a un jefe que ahora te parece tan opresor y cruel como el capataz de la cantera. Ahora sólo te pre-ocupa el pago de la hipoteca, de la tarjeta de crédito, de las miles de facturas que has ido acumulando innecesariamente y lo único que ves es a un jefe que tiene más recursos financieros que tú y que te explota, que vive en un chalet en la mejor zona de la ciudad, que tiene un barco y una casa de vacaciones en la zona más selecta de la playa, que se hospeda en hoteles de cinco estrellas cuando sale de viaje con su familia, sus hijos en los mejores colegios y universidades, coche de lujo a lo “Rockefeller”, esposa vestida en las mejores boutiques, club de golf, … y la vida te parece injusta.    Ya no te saben las copiosas comidas ...