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La Única Enseñanza

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PRIMERO, trata a tu Alma en tu interior como quieras que Dios te trate a ti dentro de Sí Mismo, cuidándola como a un niño en el regazo de su madre, confortándola con lo que la alegra, alimentándola con lo que le es beneficioso y apartándola hasta de la apariencia del mal. ENTONCES podrás tratar a los hombres que Dios pone en tu camino como quieras que Dios te trate a ti incluso cuando tú también te descuidas y te alejas de Él, con independencia de cómo ellos te traten a ti y a Dios dentro y fuera de sí mismos. Porque en Él vivimos, nos movemos y existimos, y tu Alma, que es fracción indivisible de Dios, crece o mengua en ti según sea confortada y alimentada o perturbada y desnutrida, como origen de la Realidad que nos envuelve a cada uno de nosotros dentro de la Única Gran Unidad en la que conviven el Espíritu Santo e Inmutable de lo eternamente eterno y el siempre mutable de lo eternamente perecedero. Y, aunque Dios hace salir el sol y la lluvia derramando Sus Bendiciones sobre todos ...

La Paz de Dios es Innegociable (Jn 8:1-11)

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  LA ARMONÍA EN LA GRAN UNIDAD   “Comprender claramente la Virtud del Cielo y de la Tierra es lo que nombran la gran raíz y el gran principio; y es estar en armonía con el Cielo. Y usarla para poner paz y orden en el mundo, es estar en armonía con los hombres. A la armonía con los hombres llaman humana alegría, y a la armonía con el Cielo, Alegría Celestial” (Zz 13:2). “Nada hago por mi cuenta, sino que digo lo que me ha enseñado el Padre” (Jn 7:7), pues Él todo me lo enseña “en lo secreto” (Mt 6:6, Sab 7:22-23, Mc 4:22). “Buscad a Dios mientras se deja hallar” (Is 55:6, BG 7, Tao 1). “Conservando la Quietud no se actúa, y al no actuar se deja que lo hagan quienes han sido nombrados para ello” (Zz 13:1, Jn 8:1-11, Mt 27:11-14, BG 9:8-10).

4.4 Unidad: el Secreto de la Creación Universal del Hijo de Dios

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     Cuando un hombre ve que el Dios que tiene dentro de él es el mismo Dios que hay en todo cuanto es, no se daña a sí mismo dañando a otros: entonces se halla verdaderamente en la senda de la Vía más alta [1] . Por tanto, si una persona parece malvada, no la abandones a su suerte. Hazla despertar con tus palabras, elévala con tus actos, responde a su maldad con tu amabilidad [2] .       Quien conoce la Verdad viaja sin dejar rastro, habla sin hacer daño y da sin llevar la cuenta. Actúa con Sabiduría y ayuda imparcialmente a todos los seres sin abandonar a ninguno. Hazlo sin excepción. A esto se le llama seguir la Luz [3] .    Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Éste es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: amarás al prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la ley y los profetas [4] .    Existen dos posibles caminos para...