14.3 (IV) Razón adversa y Razón propicia

IV. “Quien se lamenta de la naturaleza del mundo no sabe lo que hace y hasta dónde llega su osadía. Lo que sucede es que desconoce el orden continuado de las cosas, de las primeras a las segundas, después a las terceras, y así hasta las últimas, y no sabe que no es preciso insultar a unos seres porque sean inferiores a los primeros, en cambio, hay que aceptar con dulzura la naturaleza de todos los seres” [1] . Y, en ese “orden continuado de las cosas” : “más allá de los sentidos están sus objetos, y más allá de los objetos está la mente. Más allá de la mente está la razón pura, y más allá de la razón está el Espíritu en el hombre. Más allá del Espíritu en el hombre está el Espíritu del universo, y más allá está Dios [2] , el Espíritu Supremo. No hay nada más allá de Dios: Él es el final del camino. La luz del Atman [3] , el Espíritu, es invisible, oculta en todos los seres. Es vista por los que ven lo sutil, cuando su visión es aguda y clara. L...