5 (II) La Ley: Causalidad de la Causa de lo Perecedero

II. Pues bien; la Ley, perfecta en el cumplimiento de sí misma en la preservación de todo lo eternamente efímero, es, asimismo, contención del riesgo moral del hombre cuyo ejercicio del libre albedrío (consciente o inconsciente) pretende imponer su voluntad en un orden perfecto universal, cuestionando, juzgando lo que es bueno y malo y condenando en los demás todo aquello que no le gusta o que contraviene sus intereses particulares y amparándose, en muchas ocasiones, en una supuesta autoridad moral con la que se permite a sí mismo ser protagonista de un esperpéntico escenario en el que, incluso, se conduce a la humanidad a los más terribles cismas y rupturas protagonizados por judíos frente a samaritanos, budistas frente a hinduistas y, a su vez, escisiones entre budistas o entre hinduistas; sijistas frente a hinduistas y musulmanes; éstos entre ellos mismos (chiítas, sunnitas o sufistas) y frente a judíos y cristianos; éstos frente a musulmanes y judíos y entre ell...