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(y II) Como los de los Árboles son los Días de la Digna Colonia de Hijos de Dios en la Tierra

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  Así es el trabajo de la Digna Colonia de Hijos de Dios en la Tierra (Jn 17): formando una sola cosa en Dios Altísimo y no siendo del mundo, desde la Quietud del Sal 131 que sabe que el alma es de Dios y que nos ha sido dada para cuidarla y mimarla “como a un niño en el regazo de su madre” hasta ser devuelta sin mancha a Dios, que nos la dio (Ecl 12:7), alejándola de lo que la perturba y llevándola a donde Dios mismo la conforta (Mt 10:11-14, Sal 23), su andadura temporal en este mundo tiene como único Fin mostrar al mundo la Bondad Absoluta de Dios Altísimo (Jn 17), sin buscar la alabanza de los hombres, sino la de Dios Altísimo (Flp 85, 2Cor 10:17-18, Jn 7:18) de modo que el mundo pueda querer conocer al Artífice de Su Creación (Sab 13:9, Prov 8) y recibir de Él la Gracia de la Vida Eterna (Jn 17:3).  Jamás imponiendo, pero siempre invitando a conocer la Verdad que hace Libre (Jn 15) y diciendo al mundo "alegraos en la Misericordia del Señor; no os avergoncéis de Su alabanza: ...

8 (II) El Tiempo dado

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      II. Llamamos pasado, presente y futuro a las formas que adoptan las partículas del tiempo, agrupándose y desagrupándose para volver a agruparse, pero el tiempo jamás desaparece, sino que permanece o “cambia de manos”, pero jamás desaparece. No “se va” al pasado ni al futuro. Es lo único que permanece y es lo que, realmente, significa la palabra Eternidad.    “Sería más propio decir que los tiempos son tres: presente de las cosas pasadas, presente de las cosas presentes y presente de las cosas futuras. Porque éstas son tres cosas que existen de algún modo en el alma, y fuera de ella yo no veo que existan: presente de las cosas pasadas (la memoria), presente de las cosas presentes (visión) y presente de las cosas futuras (expectación)” [1] , es decir, aquello que tiene presencia en nosotros en la memoria, en la visión y en la intención, pues, presente y presencia son la misma cosa y, por eso, “es necesario mantener el corazón puro de cosas que no sirven par...