5 (y IV) La Ley: Causalidad de la Causa de lo Perecedero

IV. Cuando iniciábamos el primer párrafo del capítulo primero diciendo que “el entendimiento no extrae sus leyes (a priori) de la naturaleza, sino que se las prescribe a ella; leyes según las cuales un entendimiento es causa del mundo” no decíamos que sea el hombre quien invente y promulgue esas leyes, sino que, ya sea de pensamiento, palabra obra u omisión, determina o hace comenzar esa causa de la que la Ley es causalidad, “activando” una de esas redes o entrelazamientos de las infinitas combinaciones infinitesimales de continuidad entre los vínculos universales que se manifestarán en forma de realidad, existencia o experiencia posible de la vida en la Ley de todo lo perecedero, como todo lo que es causalidad de la causa en la naturaleza material. Y para el hombre es del todo imposible alcanzar a conocer ni tan sólo una millonésima parte de todos esos infinitos vínculos universales. La causalidad de la causa en el hombre perecedero es el deseo (y...