Las Regiones del llanto y el crujir de dientes por cualquier cosa

En los mundos sin Dios todo es efímero: el sufrimiento es efímero, la felicidad es efímera y la vida, que es el tiempo dado para alcanzar la dignidad de lo Eterno, es quitada y se acaba (Mt 13:12). En ellos, la ilusoria "sociedad del bienestar" no tarda en convertirse en "sociedad del malestar": lo que hoy reporta felicidad, no tarda en convertirse en hastío y en una carga que lleva a la quejumbre en las regiones de “el llanto y el crujir de dientes” (Mt 8:12) por cualquier cosa [1] . Desde el cónyuge con quien "vivimos" o el pago de la hipoteca de la casa en que "vivimos", hasta las condiciones del trabajo del que "vivimos" o los gobernantes del país en el que "vivimos", todo se hace motivo de queja, que es el estado natural de los mundos sin Dios. Porque en los mundos sin Dios no vivimos, sino que morimos lentamente y si tan siquiera tener consciencia de ese proceso de paulatina descomposición y privación del único bien de...