El Propósito del Mantra
"En todas tus acciones ten siempre presente tu fin y así nunca pecarás" (Eclo 7:36). Si ya quedaste sano, "no peques más, para que no te suceda algo peor" (Jn 5:14).Y cada vez que la mente inestable e inquieta se extravíe alejándose del Espíritu, tráigala el sabio de nuevo una y otra vez hacia Éste (BG 6:26, 1Tesal 5:16-22).
"En toda buena elección, en cuanto es de nuestra parte, el ojo de nuestra intención debe ser simple, solamente mirando para lo que soy creado, a saber, para alabanza de Dios y salvación de mi ánima" [1].
No pienses en lo que ves, sino en el entendimiento que es causa de lo que ves y en cómo las propiedades de lo que ves afectan a ese entendimiento. "Pensad en las cosas del Cielo, donde está Kristo sentado a la derecha de Dios y no en las de la Tierra. Aspirad a Lo Más Alto” (Col 3:1-2).
"Jesús levantó los ojos al Cielo y dijo la bendición: Padre, te doy gracias porque sé que siempre me escuchas" (Jn 11:41-42, Lc 9:16).
"¿Qué quieres que te haga? Y él dijo: Señor, que reciba la vista "(La 18:41). "Concédenos la Gracia de una Visión Pura" (Svet Up 4), pues "la luz del cuerpo es el ojo" (Mt 6:22).
"El Hijo, entrando dentro de sí mismo, dijo" (Lc 15:17): "te bendigo, Señor, porque te haces mi consejo. Tengo mis ojos en Ti constantemente, por eso mi corazón se alegra, mis entrañas retozan y mi carne descansa tranquila" (Sal 16:7-9).
"Para poder mirar al Universo de la Causa Primera, es necesario que haya un Ojo Divino. Avanza, encuentra un Ojo. Corrige con él. Y ahora, mira desde Él a Él" [2].
Y "¿acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a Él día y noche? ¿Se tardará en responderles? " (Lc 18:7). "Un poco y no me veréis; otro poco y me volveréis a ver" (Jn 16:16), que "este mismo Jesús que os ha sido arrebatado al Cielo volverá de la misma manera que le habéis visto irse al Cielo" (HA 1:11) y así sabréis que no son vuestras obras, sino las de Dios, las que resplandecen ante vuestros ojos (Jn 9:3).