2. Padre

 


   Te revelaré un misterio supremo, porque tu alma tiene fe. Es visión y sabiduría. Y, una vez que lo conozcas, te hallarás libre de pecado y sufrimiento[1]. YOSOY el alma que habita en el corazón de todas las cosas. YOSOY el principio, el medio y el final de todo cuanto es[2]. Señor de los Cielos y de la Tierra y de todo lo que hay entre ambos para quienes creen[3]. Mas, ¿en qué te ayuda a ti conocer toda esta diversidad? Conoce que con una simple fracción de mi ser penetro y sostengo el Universo; sábete que YOSOY[4].

   YOSOY EL QUE SOY[5]. Para todos los seres YOSOY el mismo y mi amor siempre es el mismo, pero quienes me adoran con devoción están en Mí y yo en ellos[6], pues Yo no cambio. Volved a Mí y Yo volveré a vosotros[7]. Escuchad mi voz, que entonces Yo seré vuestro Dios. Seguid fielmente el camino que os he prescrito para vuestra felicidad, que Yo no prescribí nada a vuestros padres sobre sacrificios y holocaustos[8]. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera[9]. Esto os mando: que os améis unos a otros[10]. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo[11]; que desde el sol levante hasta el poniente mi Nombre es grande entre las naciones, y en todo lugar se ofrece a mi Nombre un sacrificio de incienso y una ofrenda pura. Porque mi Nombre es grande entre las naciones[12].

   Aquél que conoce ese Espíritu Eterno en el cual la consciencia y los sentidos, los poderes de la vida y los elementos encuentran la paz definitiva, conoce el Todo y se ha internado en el Todo[13]. El alma habita dentro de nosotros; es una llama del tamaño de un pulgar. Cuando se la reconoce como el Señor del pasado y del futuro, todo miedo cesa[14]. Allí buscarás a “YOSOY EL QUE SOY”, tu Dios, y le hallarás si le buscas con todo tu corazón y con toda tu alma[15], pues sólo en ti se halla Dios; no hay ningún otro, no, no hay otro Dios. Sí, en ti hay un Dios escondido[16].

   No importa el nombre que le des, ya que todos los nombres más hermosos son Suyos[17]. Sin nombre, el origen de todas las cosas. Con nombre, la madre de las diez mil cosas[18]. Su Nombre se ha conservado para recordarnos el principio de todas las cosas[19].



[1] BG 9:1

[2] BG 10:20

[3] Cor 26:23

[4] BG 10:42

[5] Ex 3:14

[6] BG 9:29

[7] Mlq 3:6-7

[8] Jrm 7:23 y 22

[9] Mt 11:30

[10] Jn 15:17

[11] Ap 3:20

[12] Mlq 1:11

[13] Prasna Up

[14] Katha Up 4

[15] Dt 4:29

[16] Is 45:14-15

[17] Cor 17:110

[18] Tao 1

[19] Tao 21





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