14.2 (I) Razón adversa y Razón propicia

 


         I. En la presentación de este blog, dábamos fin a la sección “Acerca de” con el siguiente texto:

         <<La causalidad de la causa de una existencia en la Tierra como en el Cielo es un estado de paz y alegría que el mundo no puede dar, sino tan sólo Dios: “La paz os dejo, mi paz os doy. No como la da el mundo os la doy yo. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo” (Jn 14:27) y “estad siempre alegres” (1Tesal 5:16), pues, del mismo modo que “los doctores de la Ley frustraron el plan de Dios para con ellos” (Lc 7:30), el hijo que “entrando en sí mismo”, busca al Padre, lo encuentra en el Camino, celebrando su vuelta y diciendo “este hijo mío había muerto y ha vuelto a la vida” (Lc 15:17-24).

         El desarrollo de todo esto, que hemos concentrado de manera apretada en este apartado de presentación, será lo que iremos compartiendo en este blog que, en definitiva, no pretende ser un trabajo “crítico” (probanza de la verdad que hace libre o, en expresión kantiana, demostración científica de la verdad que “suministra a nuestro juicio el patrón de medida con el cual se puede distinguir con seguridad entre el saber y la apariencia del saber”), sino un trabajo “krístico” que, con base a esa certeza que ya nos ha sido transmitida por Dios a través de todos los que han iluminado nuestra existencia, lo único que pretende es -desde una perspectiva universal de los Libros Sagrados, la filosofía, la historia, las artes y las ciencias- transmitirla tal cual nos ha sido transmitida y presentar o, si se quiere, reivindicar, glorificar, proclamar, manifestar o dar testimonio  de los inmensos beneficios y bendiciones que se derraman sobre quien, libremente, elige una existencia vivida conforme a la Sabiduría de Dios para el Hombre, que lleva al conocimiento consciente del inmenso don del que somos titulares -si queremos- y que nos permite vivir siempre alegres en un Reino de Dios en la Tierra como en el Cielo, en libertad absoluta, diseñando nuestro propio Universo, que Dios va construyendo a través de la transformación de las propiedades de todas las cosas para colmarnos de dicha suprema cuando, viviendo conforme a Sus enseñanzas, somos nosotros mismos instrumento de Su Gracia, la cual tiene su más magnífica manifestación de la suprema virtud en “aceptar la responsabilidad de descubrir y transmitir la verdad total. Busca la verdad total, practícala en tu vida cotidiana y compártela humildemente con los demás. Así enterarás en el Reino de lo Divino” (HH 16).

         Sea, pues, este blog nuestro manifiesto de que “las bendiciones y la sabiduría que corresponden a quienes practican el Camino Integral y conducen a otros a él, son mil millones de veces más grandes que todas las bendiciones y sabidurías mundanas combinadas” (HH 26), dejando a los designios del Altísimo la posibilidad de que pueda ser instrumento de Su Gracia para quienes buscan lo que nosotros hemos hallado y alcancen, así, nuestro mismo gozo.

         “Despierta, tú que duermes, levántate de entre los muertos y Kristo te iluminará” (Ef 5:14)>>.





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